VII

Lulio, al parecer, abraza esta opinión hacia 1285; desde entonces la sostiene siempre; su idea fundamental, calcada en las enseñanzas de San Pablo, es la predestinación de Cristo, tanto en lo natural como en lo sobrenatural, en el orden de la naturaleza y en el de la gracia; el principio y el fin de la creación y de la glorificación es Cristo, propter quem omnia, per quem omnia, in quo omnia.

Es la misma teoría de Escoto; incluso su famoso orden del divino querer está ya en la doctrina de Lulio.

Pero Escoto no enseña en París hasta 1306.

Aunque la teoría no es original de Lulio, nadie la ha desarrollado tanto como él ni antes que él.

Más que escotista, debería llamarse luliana.

Leopoldo Eijo Garay
Obispo de M. A.