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[1]. Cf. Aristòtil, Metaf. liv. VI, cap. IV. Edit.
Iberia, Barcelona 1984, p. 151-152: Lo falso y lo
verdadero, en efecto, no están en los objetos, como si el bien fuera
lo verdadero, y el mal, en si mismo, lo falso, sino en el
pensamiento (...) Pero puesto que la relación y la separación
está en el pensamiento y no en las cosas, y que el ser, tomado en
este sentido, es diferente del ser de las cosas en el propio sentido
(pues aquello que el pensamiento reúne o separa , respecto a un
sujeto dado, es o una esencia o una cierta cualidad, o una cierta
cantidad, o cualquier otro modo), debemos dejar de lado el ser por
accidente y el ser, en tanto que verdadero. En efecto, la causa del
ser por accidente es indeterminada, y la del ser, en tanto que
verdadero, no es más que una afección del pensamiento."
[2]. "En efecto, lo verdadero es la afirmación de la composición
real del sujetoy del atributo, y la negación de su separación real:
lo falso es la contradicción de esta afirmación y de esta negación.
Pero, en qué consiste la unión o la separación de las cosas que
concebimos? Esta es otra cuestión. Cuando hablo de unión y de
separación me refieroa que pensamos las cosas de tal manera que no hay
simple sucesión de pensamientos, sino que estos pensamientos devienen
una unidad." Id. Id.
[3]. Això no es pot confondre amb l’afirmació de l’existència de
diverses formes substancials dins l’ésser.
[4]. Cf. Metaf. XII, 7, 1072b 26 ss.
[5]. Cf. Llibre d’home, ORL, XXI, 26-29, citat per
Robert D. F. Pring-Mill, El microcosmos lul·lià, a Estudis
sobre Ramon Llull, Curial, Edicions Catalanes, Publicacions de
l’Abadia de Montserrat, 1991. Per tot el que direm d’ací
fins al final ens recolzem molt en aquest ja clàssic treball del
lul·lista escocès.
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