|
La cosa de que más hemos de referir y sacar el amor es la Sagrada Escritura, la cual como sea
por el Espíritu Santo, que es amor, inspirada y notada, contiene en sí no pequeño amor; y por
que aquí demos algún ejemplo de esto, por el cual en las otras cosas te puedas seguir,
comencemos a sacar y referir al amor a que llamas necesaria Escritura, que fue con el dedo de
Dios, que es el Espíritu Santo, escrita. Y llamo más necesaria escritura los mandamientos de
Dios, porque la guarda de ellos es la que más obliga al cristiano; donde para la espiritual y
amorosa declaración de ellos, según este sentido que aquí entiendo apuntar, has de saber que
aunque no quienquiera que quebranta un mandamiento de Dios cometa diez pecados mortales;
pero si queremos entender con amor inmenso la ley de Dios, hallaremos que quien le ofende en
el primer mandamiento es en alguna manera culpado en todo, según dice Santiago; porque
quien a Dios de todo su corazón y fuerzas no ama sobre todas las cosas, su santo nombre tiene
en vano, pues quebranta la profesión que tomó en el bautismo y todos los otros votos que para
más amar a Dios ha hecho; y tiene nombre cristiano vanamente, pues carece de las obras, y aun
su ánima recibió en vano cuando en el bautismo se la dieron, pues que no la emplea en el fin
para que la criaron.
Quien a Dios no ama no santifica las fiestas, ni sabe qué cosa es día de holgar, porque en sólo
Dios se halla por amor la verdadera holganza y reposo; y las fiestas que con amor de Dios no se
celebran, escarnecidas son por los enemigos.
Ítem quien a Dios no ama, no sabe qué cosa es honrar al padre y a la madre, porque sólo aquel
más verdaderamente los honra que cumple la intención que fueron obligados a tener cuando los
engendraron, que fue engendrar una criatura para que amase y poseyese a Dios.
Ítem, quien a Dios no ama, no solamente mata su ánima, mas cuanto es de su parte se priva de
la vida temporal, haciéndose indigno de ella; y si se la dan, es por la gran misericordia de Dios,
que lo espera para que se convierta a lo amar. Y de aquí es lo que se escribe en las
Lamentaciones: grandes misericordias de Dios en no nos haber consumido y aniquilado.
Ítem, quien a Dios no ama, gran ladrón es, porque ningún señor hay en la tierra que con tanta
justicia pueda pedir una cosa por suya como Dios puede pedir el corazón; ca Él lo hizo para sí y
dio el suyo por el nuestro, y Él lo redimió, y lo pide y veda que se dé a otro; mas el que no lo
ama, quítaselo.
Ítem, quien a Dios no ama cuanto al siguiente mandamiento, por ese mismo caso está en
espiritual fornicación, apartando su ánima de aquel que por fe la desposó consigo en el
bautismo.
Ítem, quien a Dios no ama, falso testimonio levanta contra sí, en cuanto en lo de fuera se
muestra cristiano y tiene con los fieles comunicación y por eso es reputado fiel, aunque en
hecho de verdad él no ha guardado fidelidad a su Dios, pues que su ánima se ha olvidado del
pacto de su Dios, que es el continuo amor que ha de haber entre nos y Él, donde no de balde
dijo un sabio que el pecador hacía consigo trampantojos a cuantos lo miraban, mostrando de
fuera una cosa y teniendo de dentro otra muy contraria a lo que de fuera parece.
Ítem, cuanto al siguiente mandamiento, quien a Dios no ama, las mujeres ajenas codicia porque,
careciendo de toda firmeza, sigue las imperfecciones y flaquezas ajenas, que en la Escritura son
figuradas por las mujeres.
Ítem, quien a Dios no ama, por fuerza es que, empleando su amor en las cosas del mundo,
codicie las cosas ajenas; pues que no hay cosas más ajenas de nosotros que aquellas que ni las
podemos traer al mundo ni sacarlas de él, ni aun somos poderosos para conservarlas en el
mundo.
Podríamos también decir, por el contrario, siguiendo este amoroso sentido que de la Escritura
hemos de sacar, que el amador verdadero de Dios no recibe el nombre de su Majestad en vano,
pues que tiene el corazón lleno de amor; y cuanto estuviere más lleno, tanto se recibe en él
mejor el santo nombre de nuestro Señor, al revés de las cosas humanas, que tanto se reciben
peor cuanto más lleno está aquello en que caen.
Porque lo que más se usa entre los fieles de toda la Escritura divina es la oración que compuso
nuestro Señor para que orásemos a su Padre según El quería ser orado, y según a nosotros nos
convenía orar; por tanto, quiero aquí también dar en ella ejemplo para que de toda la Escritura
saquemos el amor, refiriéndola a este fin. Dice San Lucas (Lc 11,1) que, como el Señor orase en
un lugar apartado, esperaron los discípulos que acabase; y como cesó, Hegóse uno de ellos a Él
diciendo: Señor, enséñanos orar así como enseñó Juan a sus discípulos. Viendo el Señor cuán
justa era la petición, luego la quiso cumplir, avisando primero a sus discípulos brevemente dos
cosas (Mt 6,5-13): la primera, que orasen en secreto; la segunda, que no multiplicasen palabras
en la oración, y por esto les hizo una oración breve diciendo: Así habéis de orar:
Padre nuestro que eres en los cielos, sea santificado el tu nombre, venga a nos el tu reino, sea
hecha tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan de cada día dánoslo hoy, y
perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos
traigas en tentación, mas llóranos del mal. Amén.
Fácil cosa será sacar amor de pedernales tan vivos como son estas palabras y todo lo que en
ellas acaeció, que sin duda procedió de soberano amor; ca como Cristo en cuanto Dios no se
diga orar, y en cuanto hombre no se pudiese ayudar de la composición corporal, síguese que
solamente oraba por atraer amorosamente a que sus discípulos hiciesen lo mismo y se diesen a
la oración; donde bien se compara el Señor al águila, que provoca sus hijos a volar revoleando
sobre ellos.
Que el Señor no se pudiese ayudar de la disposición corporal, bien parece: lo uno, porque su
oración siempre fue tan altísima, que nunca pudo crecer; lo otro, porque a quien el sueño no
estorbaba no ayudaría estar de rodillas, así que el solo amor lo movía a se mostrar como
principiante, que ha menester estar de rodillas; y esto hacía el Señor por que los suyos
comenzasen a orar. Y en lo que dice el evangelista, que cesó de orar, no se ha de entender en lo
interior, sino en lo de fuera, en que tomaba forma de nuevo, habiéndose en esto como el ama,
que, sabiendo bien hablar, se conforma con el niño y no forma bien las palabras, por que así lo
pueda enseñar a hablar.
Que el Señor hiciese esto a fin de los enseñar a orar parece claramente, pues tan presto se asentó
en los corazones de ellos que sería bien hacer lo mismo; y siendo bien mirados en esto,
esperaron que acabase y llegándose al Señor dijéronle que hiciese él como San Juan. En los
enseñar cómo habían de orar demandaron sin duda lo que el Señor deseaba darles, que era
forma de oración; en lo cual se muestra la sujeción del amor, que nunca demanda lo que siente
querer dar el amado. Y en entreponer a San Juan, que quiere decir gracioso, se muestra que el
amor verdadero nunca demanda sino a intención de más agradar y mejor servir.
Los que mucho aman a alguno acontece pedirle lo que saben que tiene deseo de dar; no porque
ellos han menester aquello, sino porque saben que su amigo, a quien desean agradar, tiene
voluntad de dar aquella cosa; como parece en los que han compuesto alguna obra para todos, a
los cuales si amamos por les dar placer, les pedimos aquello, aunque de ello no tengamos
necesidad; y si la tenemos, miramos más a le dar placer que a nuestra necesidad.
De esta manera habíamos de hacer con Dios si perfectamente lo amásemos, que más le
habíamos de pedir los dones por le agradar que por nos aprovechar; y cada vez que así lo
hacemos interponemos por medianero a San Juan, como hicieron los apóstoles. En no poner
dilación, sino que luego hizo lo que le suplicaron, bien parece que el amor luego es oído, lo cual
denotan las dos cosas de que los avisó primero que los enseñase a orar, porque en les decir que
orasen en secreto se muestra que el amor alcanza entrañables y muy singulares dones, y en
decirles que no multiplicasen palabras en la oración mostró luego querer dar lo que en breve
espacio querría que le demandasen.
|
|