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[1] Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 11.
[2] Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Presbyterorum Ordinis, sobre
el ministerio y vida de los presbíteros, 5.
[3] Cf. Carta ap. Rosarium Virginis Mariae (16 octubre
2002), 21: AAS 95 (2003), 19.
[4] Éste es el título que he querido dar a un testimonio autobiográfico
con ocasión del quincuagésimo aniversario de mi sacerdocio.
[5] Leonis XXIII Acta(1903), 115-136.
[6] AAS 39 (1947), 521-595.
[7] AAS 57 (1965), 753-774.
[8] AAS 72 (1980), 113-148.
[9] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacrosanctum
Concilium, sobre la sagrada liturgia, 47: « Salvator noster
[...] Sacrificium Eucharisticum Corporis et Sanguinis sui
instituit, quo Sacrificium Crucis in saecula, donec veniret,
perpetuaret... ».
[10] Catecismo de la Iglesia Católica, 1085.
[11] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 3.
[12] Cf. Pablo VI, El « credo » del Pueblo de Dios (30
junio 1968), 24: AAS 60 (1968), 442; Juan
Pablo II, Carta ap. Dominicae Cenae (24 febrero 1980),
9: AAS 72 (1980).
[13] Catecismo de la Iglesia Católica, 1382.
[14] Catecismo de la Iglesia Católica, 1367.
[15] Homilías sobre la carta a los Hebreos, 17, 3: PG 63,
131.
[16] Cf. Conc. Ecum. Tridentino, Ses. XXII, Doctrina de
ss. Missae sacrificio, cap. 2: DS 1743: « En efecto, se
trata de una sola e idéntica víctima y el mismo Jesús la ofrece
ahora por el ministerio de los sacerdotes, Él que un día se ofreció
a sí mismo en la cruz: sólo es diverso el modo de ofrecerse ».
[17] Cf. Pío XII, Carta enc. Mediator Dei (20 noviembre
1947): AAS 39 (1947), 548.
[18] Carta enc. Redemptor hominis (15 marzo 1979), 20:
AAS 71 (1979), 310.
[19] Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 11.
[20] De sacramentis, V, 4, 26: CSEL 73, 70.
[21] Sobre el Evangelio de Juan, XII, 20: PG 74, 726.
[22] Carta. enc. Mysterium fidei (3 septiembre 1965): AAS
57 (1965), 764.
[23] Ses. XIII, Decr. de ss. Eucharistia, cap. 4: DS
1642.
[24] Catequesis mistagógicas, IV, 6: SCh 126, 138.
[25] Cf.Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum,
sobre la divina revelación, 8.
[26] El « credo » del Pueblo de Dios (30 junio 1968),
25: AAS 60 (1968), 442-443.
[27] Homilía IV para la Semana Santa: CSCO 413/ Syr.
182, 55.
[28] Anáfora.
[29] Plegaria Eucarística III.
[30] Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, antífona
al Magnificat de las II Vísperas.
[31] Misal Romano, Embolismo después del Padre nuestro.
[32] Carta a los Efesios, 20: PG 5, 661.
[33] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et
spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 39.
[34] « ¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies,
pues, cuando lo encuentres desnudo en los pobres, ni lo honres aquí
en el templo con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío
y desnudez. Porque el mismo que dijo: “esto es mi cuerpo”, y con
su palabra llevó a realidad lo que decía, afirmó también: “Tuve
hambre y no me disteis de comer”, y más adelante: “Siempre que
dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mí en persona lo
dejasteis de hacer” [...].¿De qué serviría adornar la mesa de
Cristo con vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da
primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre,
adornarás la mesa de Cristo »: San Juan Crisóstomo, Homilías
sobre el Evangelio de Mateo, 50, 3-4: PG 58,
508-509; cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei
socialis (30 diciembre 1987): AAS 80 (1988),
553-556.
[35] Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 3.
[36] Ibíd.
[37] Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, sobre la
actividad misionera de la Iglesia, 5.
[38] « Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y
dijo: “Ésta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con
vosotros, según todas estas palabras” » (Ex 24, 8).
[39] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
sobre la Iglesia, 1.
[40] Cf. ibíd., n. 9.
[41] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Presbyterorum
Ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbíteros, 5. El
mismo Decreto dice en el n. 6: « No se construye ninguna comunidad
cristiana si ésta no tiene su raíz y centro en la celebración de la
sagrada Eucaristía ».
[42] Homilías sobre la 1 Carta a los Corintios, 24, 2: PG
61, 200; cf. Didaché, IX, 5: F.X. Funk, I,
22; San Cipriano, Ep. LXIII, 13: PL 4, 384.
[43] PO 26, 206.
[44] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 1.
[45] Cf. Conc. Ecum. Tridentino, Ses. XIII, Decretum de
ss. Eucharistia, can. 4: DS 1654.
[46] Cf. Rituale Romanum: De sacra communione et de cultu mysterii
eucharistici extra Missam, 36 (n. 80).
[47] Cf. ibíd., 38-39 (nn. 86-90).
[48] Carta ap. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 32:
AAS 93 (2001), 288.
[49] « Durante el día, los fieles no omitan el hacer la visita al
Santísimo Sacramento, que debe estar reservado en un sitio
dignísimo con el máximo honor en las iglesias, conforme a las leyes
litúrgicas, puesto que la visita es prueba de gratitud, signo de amor
y deber de adoración a Cristo Nuestro Señor, allí presente »:
Pablo VI, Carta enc. Mysterium fidei (3 septiembre 1965):
AAS 57 (1965), 771.
[50] Visite al SS. Sacramento ed a Maria Santissima,
Introduzione: Opere ascetiche, IV, Avelino 2000, 295.
[51] N. 857.
[52] Ibíd.
[53] Ibíd.
[54] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta
Sacerdotium ministeriale (6 agosto 1983), III.2: AAS
75 (1983), 1005.
[55] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 10.
[56] Ibíd.
[57] Cf. Institutio generalis: Editio typica tertia, n. 147.
[58] Cf. Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 10 y
28; Decr. Presbyterorum Ordinis, sobre el ministerio y vida de
los presbíteros, 2.
[59] « El ministro del altar actúa en la persona de Cristo en cuanto
cabeza, que ofrece en nombre de todos los miembros »: Pío XII,
Carta enc. Mediator Dei 20 noviembre 1947: AAS 39
(1947), 556; cf. Pío X, Exhort. ap. Haerent animo
(4 agosto 1908): Pii X Acta, IV, 16; Carta enc. Ad
catholici sacerdotii (20 diciembre 1935): AAS 28
(1936), 20.
[60] Carta ap. Dominicae Cenae, 24 febrero 1980, 8: AAS
72 (1980), 128-129.
[61] Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Sacerdotium
ministeriale (6 agosto 1983), III. 4: AAS 75
(1983), 1006; cf. Conc. Ecum. Lateranense IV, cap.
1. Const. sobre la fe católica Firmiter credimus: DS 802.
[62] Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegratio,
sobre el ecumenismo, 22.
[63] Carta ap. Dominicae Cenae (24 febrero 1980), 2:
AAS 72 (1980), 115.
[64] Decr. Presbyterorum Ordinis, sobre el ministerio y vida de los
presbíteros 14.
[65] Ibíd., 13; cf. Código de Derecho Canónico, can.
904; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, can.
378.
[66] Decr. Presbyterorum Ordinis, sobre el ministerio y vida de los
presbíteros, 6.
[67] Cf. Relación final, II. C.1: L'Osservatore Romano
(10 diciembre 1985), 7.
[68] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 26.
[69] Nicolás Cabasilas, La vida en Cristo, IV, 10: Sch
355, 270.
[70] Camino de perfección, c. 35, 1.
[71] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta
Communionis notio (28 mayo 1992), 4: AAS 85
(1993), 839-840.
[72] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
sobre la Iglesia, 14.
[73] Homilías sobre Isaías6, 3: PG 56, 139.
[74] N. 1385; cf. Código de Derecho Canónico, can.
916; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, can.
711.
[75] Discurso a la Sacra Penitenciaría Apostólica y a los
penitenciarios de las Basílicas Patriarcales romanas (30 enero
1981): AAS 73 (1981), 203. Cf. Conc. Ecum.
Tridentino, Ses. XIII, Decretum de ss. Eucharistia, cap.
7 et can. 11: DS 1647, 1661.
[76] Can.915; cf. Código de los Cánones de las Iglesias
Orientales, can. 712.
[77] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 14.
[78] Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, III, q. 73,
a. 3c.
[79] Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis
notio (28 mayo 1992), 11: AAS 85 (1993),
844.
[80] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
sobre la Iglesia, 23.
[81] Carta a los Esmirniotas, 8: PG 5, 713.
[82] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre
la Iglesia, 23.
[83] Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis
notio (28 mayo 1992), 14: AAS 85 (1993),
847.
[84] Sermón 272: PL 38, 1247.
[85] Ibíd., 1248.
[86] Cf. nn. 31-51: AAS 90 (1998), 731-746.
[87] Cf. ibíd., nn. 48-49: AAS 90 (1998),
744.
[88] N. 36: AAS 93 (2001), 291-292.
[89] Cf.Decr. Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, 1.
[90] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
sobre la Iglesia, 11.
[91] « Haz que nosotros, que participamos al único pan y al único
cáliz, estemos unidos con los otros en la comunión del único
Espíritu Santo »: Anáfora de la Liturgia de san Basilio.
[92] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 908; Código de
los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 702; Consejo
Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos,
Directorio para el ecumenismo (25 marzo 1993),
122-125, 129-131: AAS 85 (1993),
1086-1089; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta
Ad exsequendam (18 mayo 2001): AAS 93 (2001),
786.
[93] « La comunicación en las cosas sagradas que daña a la unidad de
la Iglesia o lleva consigo adhesión formal al error o peligro de
desviación en la fe, de escándalo o indiferentismo, está prohibido
por la ley divina »: Decr. Orientalium Ecclesiarum, sobre las
Iglesias orientales católicas, 26.
[94] N. 45: AAS 87 (1995), 948.
[95] Cf. Decr. Orientalium Ecclesiarum, sobre las Iglesias
orientales católicas, 27.
[96] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 844 §§ 3-4;
Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 671
§§ 3-4.
[97] N. 46: AAS 87 (1995), 948.
[98] Cf.Conc. Ecum. Vat. II, Unitatis redintegratio, sobre
el ecumenismo, 22.
[99] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 844; Código de
los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 671.
[100] Cf. AAS 91 (1999), 1155-1172.
[101] N. 22: AAS 92 (2000), 485.
[102] Cf. n. 21: AAS 95 (2003), 20.
[103] N. 29: AAS 93 (2001), 285.
[104] Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, III, q.
83, a. 4 c.
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